Con frecuencia se dice que cualquier empresa que logre resultados satisfactorios contará con 1.000 personas que reclaman su paternidade. En el caso de Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono, esa idea tópica suena verdadera, por cuanto el esfuerzo dirigido a controlar y después eliminas gradualmente las sustancias que agotan el ozono está repleto de historias de cientos de personas e instituciones visionarias que adoptaron medidas creativas y con frecuencia valientes para hacer frente a una amenaza grave y urgente a la vida en la Tierra.